Alimentación viva y yoga

Alimentación viva y yoga

La práctica del yoga, ya sea práctica de posturas, de meditación, de ejercicios de respiración u otros, tiene como objetivo principal mantener una mente tranquila. La alimentación juega un papel importante en la salud del cuerpo, pero también en nuestra mente. Hoy en día se reconoce que nuestro cerebro y nuestro sistema digestivo están conectados.

Cada persona debe encontrar su propio equilibrio en función de su propio camino de vida, de sus experiencias, de su salud, de su entorno, de su cultura, de su salud... Todos estos parámetros muestran la complejidad de establecer un estilo de alimentación general ideal para todos. Aquí solo detallaremos algunas recomendaciones; depende de ti experimentar y realizar tu propio trabajo de observación para juzgar qué es lo mejor para ti.

Alimentación según el yoga

Según el Ayurveda (medicina ancestral india), las enfermedades provendrían de una mala digestión de los alimentos.

La definición de la alimentación viva es principalmente comer alimentos crudos, no transformados por la cocción o por principios industriales. Frutas y losverduras consumidas crudasPermiten una mejor aportación de nutrientes y micronutrientes.  

En la filosofía del yoga, En la naturaleza hay tres cualidades (llamadas "Gunas"). Estas tres cualidades también son cualidades de nuestra mente, de nuestro comportamiento:

  • Sattva: pureza, ligereza, armonía

  • Rajas: pasión, ira, agitación

  • Tamas: pereza, inercia, ignorancia

La comida «sáttvica» es más ligera, calmante, llena de energía, y corresponde bastante bien a la alimentación viva, es decir, una comida fresca, ligera y rica en energía vital. En yoga, esta energía vital se llama "prana", son las vitaminas, los minerales y otros micronutrientes que nutren nuestro cuerpo. Las verduras que crecen por encima del suelo (verduras de hoja verde, berenjenas, calabazas/calabacines, ensaladas...) son de naturaleza sáttvica, y deben ser priorizadas.

La comida rajásica aporta agresividad, ira, pasión, ego... Son los excitantes como el café, el alcohol, el chocolate, el salmón, el atún, los huevos, el azúcar.

La comida tamásica debe ser evitada tanto como sea posible: son los alimentos más procesados. Una dieta desequilibrada "tamásica", con demasiada carne, productos lácteos (queso, yogures...) o productos industriales hará que la persona se vuelva letárgica, fatigada, ignorante.

En la tradición del yoga, al igual que en la alimentación viva, la dieta es vegetariana por varias razones.

El hecho de comer un animal que ha tenido emociones, memoria, sentimientos es contrario al principio de no violencia. La carne es difícil de digerir, desequilibra el cuerpo y carece de vida, de prana.

Integrar la alimentación viva también permite tener un cuerpo más flexible, más ligero, tener la mente más clara y tener una mejor conciencia de su cuerpo.

Cómo integrar la alimentación viva en la vida cotidiana

1 – Los jugos

Una de las primeras cosas a integrar es el consumo de jugos de vegetales/frutas (con una mayor proporción de vegetales) obtenidos por extracción en frío. Estos jugos son altamente asimilables en el organismo y aportan rápidamente todas las vitaminas y minerales. Fáciles de integrar en la vida cotidiana, pueden complementar una alimentación equilibrada. Perfectos antes de una sesión de yoga, los jugos te dan la energía que necesitas.

2-Las crudités

Perfectamente adaptada a la temporada estival, comenzar con la alimentación viva puede hacerse fácilmente desde los primeros calores. Las ensaladas, melones y crudités responden perfectamente a las necesidades del organismo para superar el verano. Es el momento ideal para recargar la vitalidad. Los niños lo apreciarán aún más porque los colores son variados y hacen que los platos sean apetitosos.

3-Frutas como tentempié

Merienda ideal para los pequeños y los grandes, las frutas frescas pueden estar presentes en tu mesa, en una bonita cesta. Dejar las frutas a disposición permite que los niños tengan un reflejo saludable cuando sienten hambre.

Atención a las cantidades y a la frecuencia

En nuestras sociedades modernas, la sobreabundancia y los códigos culturales incitan al consumo excesivo de alimentos, con el desarrollo, en particular, de aplicaciones en línea para pedir desde casa. El consumo en cantidades excesivas y de manera demasiado frecuente ralentiza la digestión. Desde el punto de vista del yoga y el ayurveda, la digestión se debe a la combustión de los alimentos, una especie de fuego interior. La digestión consume una gran cantidad de energía en el cuerpo, por lo que comer en exceso va a fatigar el cuerpo.

Además, cuando se come con demasiada frecuencia, los alimentos casi digeridos y no digeridos se mezclan en el estómago. Esto conduce a que los alimentos no digeridos pasen directamente al colon, lo que luego dificulta su asimilación.

Conclusión

Para adoptar la mejor alimentación que te convenga, intenta introducir al máximo una alimentación viva y observa cómo reacciona tu cuerpo. Este principio de observación en yoga permite conectarse con uno mismo, conocerse y estar en mayor armonía. Un buen conocimiento de uno mismo nos hace mejores con los demás, más comprensivos y permite vivir en una sociedad más tranquila.

 Valerie Allibe

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