¡Aquí tienes algunos consejos para empezar con tranquilidad en la elaboración de cosméticos caseros!
1. ¡No apliques en tu piel lo que no comerías!
Confía en la naturaleza: los productos crudos contienen muchos más activos que las cremas compradas en el comercio, las cuales harán que tu piel produzca menos sebo y, por lo tanto, necesite siempre más crema... ¡Un círculo vicioso que beneficia a la industria! En su lugar, realiza tus mascarillas caseras en el momento, 1 a 2 veces por semana, utilizando superalimentos (arcilla, plasma marino, chlorella, miel, cacao crudo, plátano...).
2. No juegues a ser un aprendiz de químico... ¡Mantenerlo simple es lo más eficaz!
Al igual que en la alimentación, limitar el número de ingredientes te permitirá aprovechar al máximo sus virtudes (¡3 o 4 como máximo, ya está muy bien!). Para tus mezclas de aceites, consérvalas en un frasco de vidrio opaco y añade unas gotas de vitamina E para evitar cualquier riesgo de rancidez. Para las mezclas acuosas, el extracto de semilla de pomelo actuará como conservante natural.
3. Los aceites son el limpiador ideal
Maquillaje, sebo, contaminación... Los aceites vegetales atrapan eficazmente las impurezas: ¡mucho más que un agua micelar o una leche desmaquillante! Incluso son adecuados para pieles grasas. Por ejemplo, el aceite de cáñamo no obstruye los poros y su composición es muy similar al sebo humano... con el beneficio adicional de una acción antiinflamatoria y calmante. Mézclalo en tu palma con un poco de hidrolato de flor o plasma marino isotónico. Emulsiona, masajea tu rostro y retira con la ayuda de un algodón lavable.
Los aceites también permitirán hidratar la piel durante el día y actuar como barrera contra la contaminación y los rayos UV. Retire el exceso con un algodón empapado en hidrolato o plasma isotónico.
Para la noche, será preferible dejar descansar la piel después de la limpieza.
4. Ahorrar gracias a productos multiusos
El aceite de ricino es una pequeña joya para el cabello cansado, las pestañas frágiles, las uñas quebradizas, las cejas escasas, los pies secos... Otro producto todo en uno, el linimento oleo-calcáreo, actúa como desmaquillante, leche corporal, crema hidratante facial, cuidado post-solar... Es ideal para las pieles sensibles, deshidratadas o irritadas (cuperosis, eccema...)
5. ¡Nutrir la piel desde el interior sigue siendo la mejor solución!
Los cosméticos mejoran la calidad de la epidermis pero no pueden actuar sobre las capas profundas de la piel (dermis e hipodermis). ¡La nutrición y la micro-nutrición toman entonces el relevo !
Hidratarse bien con agua filtrada, jugos de vegetales extraídos, agua de coco fresca o consumiendo muchas frutas sigue siendo la forma más segura de tener una piel hermosa. Las curas regulares con microalgas como la espirulina, la chlorella y la klamath favorecerán aún más la producción de colágeno y queratina gracias a su aporte muy completo de vitaminas, minerales, oligoelementos y ácidos grasos insaturados, para mantener una buena hidratación y contribuir a la reparación de la piel.