¿Comer mucho acelera el envejecimiento? por Eric Darche

¿Comer mucho acelera el envejecimiento? por Eric Darche

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Mientras que un estadounidense consume en promedio 2500 calorías(2,5 kcal)Por día y un francés 2300, un habitante de Okinawa solo consume 1800. Sin embargo, no se observa en estos centenarios ninguna señal de desnutrición.

El milagro de Okinawa sobre la longevidad
 
La comida y la cocina ocupan un lugar importante en la cultura de los okinawenses. Este pueblo practica la restricción calórica, sin privaciones pero sin excesos, sin ganar un gramo de sobrepeso, frenando así el proceso de envejecimiento. Practican un hábito cultural llamado "hara hachibu" que consiste en no comer hasta la saciedad, como se tiende a hacer en Europa o en otros países del mundo.
 
Este estudio sobre el estilo de vida de los centenarios de Okinawa debe relacionarse con trabajos realizados en numerosas especies animales diferentes, incluidos los monos. La conclusión de estos trabajos: la restricción calórica sin deficiencia nutricional permite aumentar la esperanza de vida.
 
En 1935, Clive McCay, veterinario de la Universidad de Cornell en el estado de Nueva York, publicó un artículo en el que relataba que había encontrado la manera de alargar la vida de las ratas que estaba probando. Al reducir entre un 30 y un 40 % la cantidad de calorías en su alimentación, mientras la enriquecía con vitaminas y minerales, había logrado que estos animales vivieran entre un 20 y un 40 % más que sus congéneres que se alimentaban libremente. Pruebas de restricción calórica han dado posteriormente los mismos resultados en casi 50 especies, desde roedores hasta invertebrados, pasando por peces.
 
Las dietas hipocalóricas nutricionalmente equilibradas aumentan así la esperanza de vida promedio de las diferentes especies, para las cuales se observa una especie de rejuvenecimiento a nivel funcional.
 
Cuanto más comemos, más desechos se generan a partir de la combustión de los alimentos. Por ejemplo, el exceso de carbohidratos.(pan, pasta, patatas, etc.) conlleva un contenido humoral (en la sangre y los líquidos orgánicos)Demasiado elevada en ácidos láctico, pirúvico, ceto-glutámico, y en sero-mucoides, residuos del metabolismo de los carbohidratos.
 
Este exceso de desechos provocará una sobreactividad y un desgaste celular acelerado, que será seguido por un aumento de la renovación tisular y celular, induciendo una amplificación de las mutaciones del ADN.
 
Los riesgos de cáncer se verán favorecidos en el órgano más implicado en el metabolismo del alimento en cuestión.
 
También se observa un aumento de los radicales libres que alteran las membranas celulares, así como los propios componentes de la célula, como las mitocondrias, una especie de centrales energéticas celulares. Con el paso de los años, estas proporcionan cada vez menos energía.
 
Además, el aumento del estrés oxidativo debido al incremento de los radicales libres favorecerá todo tipo de enfermedades degenerativas.
 
Es muy probable que, además de la restricción calórica, los okinawenses se beneficien de una alimentación mucho más saludable que los estadounidenses o los europeos, cuya alimentación está ampliamente cargada de diversas moléculas químicas tóxicas: aditivos, conservantes, fertilizantes, pesticidas, herbicidas, etc. La práctica común de consumir alimentos entre comidas, el picoteo, también contribuye a acelerar el envejecimiento celular.
 
Consumir menos calorías no significa comer menos en volumen.
 
Experimentos han demostrado que durante una comida, para sentirnos saciados, somos más sensibles al peso o al volumen de los alimentos que a su densidad calórica. Es interesante saber que después del refinado, la harina blanca ha perdido el 95% de su vitamina E original, el 87% de su vitamina B6, el 85% de su magnesio y el 78% de sus fibras. En cambio, la transformación de un grano de trigo en harina blanca multiplica por 6 su densidad calórica.
 
Más del 50 % de las calorías consumidas por los franceses provienen de cereales refinados y azúcar añadido. Para sentirse saciado con comidas que incluyen alimentos deficientes en nutrientes y que han perdido su volumen debido al refinado, es necesario acumular más calorías.
 
Por ejemplo, una hamburguesa con queso pesa solo 100 g pero aporta 280 calorías, mientras que una comida tradicional de Okinawa de 500 g que incluye verduras, arroz integral y sopa de soja aporta la misma cantidad de calorías para un volumen 5 veces mayor, porque es rica en agua, fibras, nutrientes, vitaminas, minerales y oligoelementos.
 
A pesar de su peso, estos alimentos contienen menos sustancias o calorías y generan menos transformaciones celulares y menos desechos.
 
La alimentación de los okinawenses se compone principalmente de frutas y verduras, platos a base de soja fermentada, cereales y un poco de pescado, aproximadamente tres veces por semana. Se encuentran muy pocos otros productos de origen animal. El consumo de bebidas alcohólicas es moderado.
 
Desafortunadamente, los jóvenes de Okinawa tienden a no adoptar el mismo estilo de vida que la generación anterior, especialmente en términos de alimentación; el número de patologías tiende a aumentar significativamente, al igual que en el resto de los japoneses. Paralelamente, se observa un aumento de los establecimientos de comida rápida en Okinawa.
 
La mayoría de los alimentos llamados« modernos » (pizzas, hamburguesas, refrescos, pan y cereales refinados, barras de chocolate)tienen una densidad calórica alta pero son paralelamente pobres en nutrientes. Para sentirse saciado con tales comidas, es necesario acumular calorías y los desechos inherentes a su digestión.(el volumen y la concentración de nutrientes influyen en la saciedad).
 
Un ejemplo de comida equilibrada
 
Un día invité a un amigo a cenar. El menú preparado con alimentos de origen biológico era el siguiente:
 
• zanahorias ralladas con una cucharadita de aceite de nuez virgen ;
 
• un plato de lentejas « coral » ;
 
• dos huevos pasados por agua ;
 
• un poco de ratatouille de verduras cocidas.
 
Una hora después, muy sorprendido, me dijo que era la primera vez en mucho tiempo que, después de una comida, no sentía la necesidad de comer de nuevo, a lo que estaba acostumbrado debido a su consumo importante de alimentos refinados.

Cualquiera que sea la dieta que se siga, la noción de moderación que acabamos de estudiar en este artículo, asociada a las nociones de calidad, equilibrio alimentario e individualización, contribuye a alcanzar un alto nivel de salud y energía.
 

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