Las enzimas son proteínas (o a veces ácidos ribonucleicos) cuyo papel es catalizar las reacciones químicas de los seres vivos. Como todo catalizador, una enzima permite aumentar la velocidad de un proceso sin ser consumida, por lo tanto, sin aparecer en el balance de la reacción.
¿Qué son las enzimas digestivas?
Una enzima es una proteína fabricada por el organismo indispensable para la actividad bioquímica celular. Las enzimas digestivas son indispensables para la transformación de los alimentos en nutrientes. Intervienen desde la etapa bucal con las amilasas contenidas en el jugo secretado por las glándulas salivales y luego las diferentes enzimas digestivas que descomponen las grandes moléculas en sustratos más pequeños que pueden ser incorporados por el organismo.
Una carencia de enzimas nutritivas (debido principalmente a la falta de alimentos crudos), normalmente aportadas por una alimentación equilibrada, genera un trabajo adicional del páncreas para fabricar enzimas digestivas.
Si la situación persiste en el tiempo, la síntesis de estas enzimas digestivas se hará en detrimento de moléculas que necesitamos para asegurar el conjunto de los metabolismos del cuerpo.
Algunas carencias de nutrientes, o debido a un páncreas "perezoso", también pueden contribuir a un déficit enzimático. Las enzimas contribuyen, dentro de los leucocitos (o glóbulos blancos), a degradar o fagocitar los cuerpos extraños (o los alérgenos). Su carencia puede, por lo tanto, provocar una sensibilidad a los alérgenos atmosféricos. Entonces, a menudo se puede observar una reacción histamínica típica, que incluye enrojecimiento de los ojos o de los tejidos locales, fiebre, nariz que gotea y dolores, etc.
¿Cuál es el papel de la enzima?
Algunas enzimas tienen roles en la purificación de la sangre, la eliminación de sustancias tóxicas... Ninguna operación celular puede realizarse sin las enzimas. Tienen tareas muy diversas, pero tienen un denominador común: su sufijo -asa (amilasa, anhidrasa, polimerasa...).
La amilasa tiene un papel antihistamínico bloqueando los anticuerpos IgG. Contribuye a moderar y estabilizar la acción de los mastocitos y basófilos (glóbulos blancos) en la liberación de histamina en respuesta a la zona dañada.
Uno de los papeles de las enzimas es regular el nivel de colesterol en el organismo. Algunas enzimas están especializadas en la descontaminación de los espacios intercelulares e intracelulares.
Circulan en nuestro cuerpo 64 tipos de enzimas que eliminan los desechos y previenen la formación de placas. El organismo entonces dejará acumular en él todo tipo de sustancias que normalmente debería evacuar, lo que provocará un envejecimiento prematuro del cuerpo y favorecerá enfermedades (como la diabetes, la artrosis, problemas cardiovasculares, reacciones alérgicas crónicas, algunos tipos de cáncer, etc.).
Investigaciones han demostrado que, cuando está muy solicitado, el páncreas puede triplicar su peso, pero el cerebro, como compensación, reduce su volumen.
El sistema inmunitario, cuyo papel es neutralizar cualquier molécula indeseable (antígeno, virus, bacterias, tóxicos, etc.), lo hace principalmente gracias a las enzimas. En caso de deficiencia enzimática debido a una falta de alimentos crudos, por ejemplo, el sistema inmunitario se debilita. El doctor A.E. Leskover ha demostrado, gracias a sus trabajos, que la complementación enzimática permite un aumento del número de células inmunitarias (macrófagos y células asesinas) del 700 % al 1 300 %.
El organismo humano posee un gran número de enzimas diferentes, y su papel es:
- Participar en las transformaciones bioquímicas del organismo, tales como la formación de urea, la eliminación del dióxido de carbono en los pulmones, la elaboración de nuevos tejidos.
- Contribuir a la síntesis de los huesos y a los procesos cerebrales. El simple hecho de emitir un pensamiento involucra enzimas especializadas.
- Intervenir en muchos otros procesos: reproducción, defensa inmunitaria, energética, etc.
- Son solicitadas especialmente en la asimilación de nutrientes como las vitaminas, los minerales y los oligoelementos.
Notemos que en caso de insuficiencia enzimática, el aporte de cóctel vitamínico o mineral de síntesis no tendrá efecto debido a la falta de asimilación. Solo los productos o complementos alimenticios elaborados a partir de extractos de frutas y plantas que aportan simultáneamente estas vitaminas con las enzimas de sus fuentes vegetales podrán ser adecuadamente asimilados.
Son fabricadas por el hígado y el páncreas, para la digestión de proteínas, carbohidratos y lípidos. Algunas enzimas digestivas son producidas por las vellosidades del intestino delgado (lactasa, sacarasa, fructasa, maltasa).
¿Qué tipo de digestión producen las enzimas?
Entre las enzimas digestivas, encontramos 4 tipos principales: la amilasa salival (o ptialina), la proteasa, la lipasa y la celulasa.
Deficiencia de amilasa: Esta enzima es necesaria para la digestión de los almidones. La falta de amilasa puede causar estreñimiento, diarrea, fibromialgia, déficit de atención, etc.
Deficiencia de proteasa: Esta enzima es necesaria para la digestión de las proteínas. La falta de proteasa puede causar estreñimiento, artritis, diversas inflamaciones, ansiedad, síndrome premenstrual, disfunción inmunitaria, etc.
Deficiencia de lipasa: Esta enzima es necesaria para la digestión de las grasas. La falta de lipasa puede causar estreñimiento, problemas de vesícula biliar, enfermedades cardíacas, desequilibrios hormonales.
Deficiencia de celulasa: Esta enzima nutritiva es necesaria para la digestión de las fibras vegetales. La falta de celulasa puede causar estreñimiento, eczema, dermatosis, micosis, obesidad, etc.
Aportadas por la alimentación, son indispensables para la digestión de los alimentos que las contienen.
Una deficiencia de estas enzimas puede deberse a la cocción de los alimentos, a ciertas técnicas de conservación (tales como la irradiación), a la falta de consumo de alimentos crudos o a trastornos digestivos crónicos (tales como hinchazón, gases, diarreas...).
Actualmente, hay cada vez menos enzimas en los alimentos modernos. A diferencia de todas las demás, la celulasa (que se encuentra en los vegetales) no puede ser fabricada por el organismo.
Una masticación adecuada es indispensable para liberarla. De lo contrario, se corre el riesgo de sufrir hinchazón y gases intestinales. En ese momento, uno puede sentirse tentado a dejar de consumir crudités para resolver el problema. Pero esta decisión solo ocasionará numerosos trastornos de salud por falta de nutrientes "vivos" y de fibras.
Sensibilidad de las enzimas al calor:
Se han obtenido resultados interesantes en la reducción de ciertos riesgos a nivel reumático, tumoral, venoso, arterial, cutáneo, respiratorio, digestivo, inflamatorio y traumático, gracias a complejos enzimáticos en forma de complementos alimenticios, asociados a medidas de higiene generales y alimentarias.
Si los alimentos crudos son tan importantes en el equilibrio alimentario, es debido a la gran sensibilidad de sus componentes a los efectos del calor:
- De 40° a 75° C: Destrucción de todas las enzimas
- Desde 40° C: Hidrólisis de los almidones en maltosa y estabilización hacia 80°
- Luego, a más de 100°: Caramelización con pérdida de agua
- De 60° a 75° C: Destrucción de la vitamina C
- De 70° a 100° C: Hidrólisis de las proteínas, coagulación de las albúminas, destrucción espacial de las moléculas de aminoácidos
- A 90-95° C: Destrucción de algunas vitaminas del grupo D y, en gran parte, de la vitamina E
- Alrededor de 100° C: Precipitación de minerales y oligoelementos por floculación intracelular que se vuelven inasimilables por el organismo. Pérdida o inversión del spin de los electrones, desionización parcial
- Alrededor de 110° C: Oxidación de las vitaminas liposolubles A y D
- A partir de 120° C: Destrucción de las vitaminas restantes (B2, E, PP) y disociación de los lípidos en ácidos grasos y glicerina, luego en agua y alquitrán, con formación de acroleína cancerígena y benzopireno (en el punto de humo de los aceites).
¿Cuál es el nombre de la enzima secretada por el estómago?
La enzima principal secretada por el estómago es la pepsina. La pepsina es una enzima proteolítica que es producida por las células gástricas del estómago. Es responsable de la degradación de las proteínas en péptidos más pequeños, que luego se descomponen más en el intestino delgado. La pepsina es activada por el ácido clorhídrico producido por las células parietales del estómago, lo que crea un ambiente ácido óptimo para su funcionamiento. La pepsina juega un papel importante en la digestión de los alimentos proteicos en el estómago.