La vuelta al cole, la energía del otoño asoma su nariz
Después del verano que nos trae su dosis de calor, sol y energía expansiva, sentimos suavemente que la energía se modifica y que nos preparamos para cambiar de estación.
El cambio de estación no ocurre de manera calendarizada y establecida, y la energía del otoño ya está llegando.
El otoño es una estación en la que es bueno hacer limpieza en el cuerpo así como en la casa.
Cambio de temperaturas y humedad
Observamos el cambio de estación con el cambio de temperaturas en primer lugar. El calor disminuye y, aunque vivas en una región donde aún hace calor por la tarde, las temperaturas bajan por la noche. Hace más frío por la noche y por la mañana.
En cuanto a la humedad, podemos notar que el rocío es cada vez más importante día tras día y que la humedad está más presente.
Y por supuesto, la luminosidad cambia: el sol sale cada vez más tarde y se pone cada vez más temprano. Se acabaron las largas noches de junio en las que no teníamos ganas de acostarnos temprano.
Adaptar su ritmo
El verano es la estación de la expansión, la estación en la que nos volvemos hacia el exterior para las cosechas, el trabajo de los campos tradicionalmente, el compartir, las relaciones sociales... Tendemos a hacer muchas cosas, a acostarnos tarde, a gastar nuestra energía y a disfrutar de la vida.
Es hora de acoger tranquilamente este cambio de estación y de volverse suavemente hacia el interior, de ralentizar el ritmo, de acostarse un poco más temprano, de comer saludablemente, de cuidarse...
Tomarse el tiempo para encontrarse a uno mismo y cuidar de su salud es un hermoso regalo otoñal para darse.
¿Por qué ralentizar?
Somos seres naturales y si viviéramos en condiciones naturales, en contacto con la naturaleza, cambiaríamos nuestro ritmo simplemente porque estaríamos conectados con nuestro entorno.
Adaptar nuestro ritmo al de la naturaleza permite a nuestro organismo regularse mejor y nos permite sentirnos más equilibrados.
De hecho, no es natural mantener el mismo ritmo de trabajo independientemente de la estación, de las horas de salida y puesta del sol y de las temperaturas...
Esto agota nuestro organismo y llegan las enfermedades del invierno, el cansancio, la depresión y su lote de inconvenientes.
Reducir el ritmo y volverse hacia el interior en este período de regreso permite al organismo recuperar fuerzas y equilibrarse para enfrentar el ritmo que le imponemos.
Escuchar tus necesidades
Escucha tu cuerpo y haz lo que es bueno para ti.
Por la mañana, tómate un tiempo para despertar tu cuerpo, para respirar profundamente.
Bebe agua de calidad, infusiones adaptadas a tus necesidades.
Come alimentos que te hagan sentir bien, llenos de vitalidad, nutrientes y minerales.
Si trabajas en interiores, sentado todo el día, aprovecha las pausas para caminar, tomar aire, salir unos minutos. Aprovecha los rayos del sol que aún están presentes y sus colores que pronto cambiarán en la naturaleza, comenzando por el follaje de los árboles.
No te preocupes demasiado, relativiza tus prioridades de vida e intenta llegar a casa con la mente y el corazón ligeros para disfrutar plenamente de este tiempo libre, estar en buena compañía con tus seres queridos y contigo mismo.
Si sientes una fuerte disminución de vitalidad, el ánimo bajo, tal vez sea el momento de recargar las baterías y hacer una pequeña desintoxicación. No tardes, no esperes a estar agotado y deprimido.
Acompaño a las personas, en consultas individuales, a buscar el equilibrio y el bienestar de manera suave.
Una alimentación adecuada
Consume frutas y verduras en cantidad. Añade frutos secos.
Si tiendes a enfriarte, haz sopas crudas calientes o añade verduras ligeramente cocidas al vapor a tu cena.
Bebe agua fuera de las comidas. Prioriza agua de calidad, con bajo contenido de minerales.
Desintoxicación de otoño
Después de los excesos del verano, a menudo es útil aprovechar esta energía otoñal para una limpieza interior. Vamos a aligerar nuestro cuerpo de esos desechos acumulados con el tiempo, consecuencia de la alimentación, el estrés, el cansancio, la falta de ejercicio, las diversas contaminaciones, etc.
Al igual que en primavera, el otoño es una temporada de transición que es propicia para hacer limpieza en casa y en el cuerpo: hacemos espacio, tiramos, damos lo que ya no nos sirve y lo que ocupa demasiado espacio, hacemos una selección, nos aligeramos, nos deshacemos de cosas, ventilamos, liberamos...
Todo esto nos permitirá sentirnos menos oprimidos, más ligeros, más libres.
Es importante
preparar correctamente el organismo para esta limpieza. Vamos a proceder por etapas, lo que permitirá al cuerpo prepararse y evitar ciertos inconvenientes, pero también permitirá una limpieza más eficaz y profunda, ya que la preparación pone el cuerpo en movimiento suavemente y este será aún más receptivo.
Adaptar el protocolo y las técnicas según cada persona. Elijo en función del temperamento, la vitalidad, los antecedentes, las necesidades actuales y, por supuesto, en función del balance emuntorial para que el cuerpo esté en condiciones de responder favorablemente a esta detox de otoño que proponemos.
La detox de otoño permitirá al cuerpo hacer espacio activando los diferentes órganos: hígado, intestinos, riñones, pulmones, piel.
Algunas sugerencias:
Comenzar con cambios alimentarios introduciendo una gran cantidad de frutas y verduras crudas en la alimentación. Aprovecha la abundancia del otoño: uvas, manzanas, peras, caqui, ensaladas, zanahorias, calabazas, acelgas, hinojo, coles, tomates, remolachas...
Aumentar el consumo de agua, beber jugos de verduras
Beber infusiones adecuadas, privilegiando plantas de acción suave si no se está acompañado (romero, ortiga, por ejemplo). Lo ideal es ser aconsejado por un naturópata o un herborista para la elección de las mezclas de infusiones que serán personalizadas según tus necesidades.
Descansar, acostarse temprano por la noche, cuidarse tomando un baño de vez en cuando o un baño de pies, una sesión de hammam o sauna.
Hacer ejercicio conscientemente, optar por el yoga, el qi gong o el tai chi para tener una actividad que te permita escuchar tu cuerpo y, por supuesto, caminar regularmente, jardinear, moverse. Intenta pasear en la naturaleza tan a menudo como sea posible: junto al mar, en el bosque, en la montaña, en un parque. Adapta según tus posibilidades y tu entorno, ¡pero sal al aire libre!
Respirar profundamente para aportar oxígeno y energía a tus células: simple respiración profunda, coherencia cardíaca u otra técnica que te convenga.
Cultivar la alegría de vivir, la gratitud, busca ver el lado bueno de las cosas y irradiar. Rodéate de personas agradables y positivas, tómate tiempo para ti y para los demás de manera armoniosa.
Difunde aceites esenciales agradables en la casa y en la oficina (naranja dulce, mandarina, pino silvestre, eucalipto radiata...).
Si tu organismo te lo permite, podrás ir más allá haciendo ayuno intermitente, ayuno, monodietas de uvas, manzanas o zanahorias, pero también limpiezas que van desde infusiones hasta purgas según tu situación.
Se elegirá el tipo de ayuno, el tipo de monodietas, las infusiones y las purgas en función de tu situación personal.
Busca acompañamiento para tomar las decisiones correctas, tomar perspectiva y tener apoyo.
Nos preparamos para el invierno
La limpieza de otoño permitirá hacer una limpieza interior para aligerarse y deshacerse de lo innecesario.
También aprovecharemos para preparar el cuerpo para el invierno fortaleciendo el sistema inmunológico y preservando la vitalidad de manera global.
La prevención es la mejor estrategia: el invierno se prepara desde ahora.
La desintoxicación es un paso útil para prevenir los males del invierno y darle al cuerpo todas las oportunidades de estar preparado para las condiciones más duras y la melancolía invernal.
Desintoxicación para el cuerpo pero también para la mente.
En resumen:
Prepara tu cuerpo y tu mente para entrar en un período más introspectivo y ofrécete las mejores condiciones para encontrar el equilibrio adecuado.
Busca acompañamiento porque tu desintoxicación otoñal no será la misma que la del vecino, del cónyuge o del perro!
Aligérate y deshazte de lo que te pesa.
Y haz la limpieza interior de manera adecuada: ayuno, purga, infusiones, etc...
¡Ni muy poco, ni muy fuerte!
A veces es mejor ir despacio pero seguro que ir muy rápido para caer rápidamente...