Fue el Dr. Gérald Oster quien primero destacó el efecto de este tipo de sonidos en las ondas cerebrales en el contexto de una investigación sobre la agudeza auditiva; también fue él quien los nombró «sonidos binaurales». Son sonidos escuchados con la ayuda de unos auriculares estereofónicos cuya frecuencia difiere de un oído al otro (contenido sonoro idéntico pero con tonalidades diferentes).
Robert Monroe, fundador del Instituto Monroe de ciencias aplicadas en Virginia, EE. UU., luego realizó estudios sobre los efectos que diferentes tipos de sonidos podían producir en la aceleración del aprendizaje. Desde 1958, formó un equipo multidisciplinario de investigadores compuesto por especialistas en los campos de la psicología, la medicina, la bioquímica, la psiquiatría, la ingeniería eléctrica, la física... quienes estudiaron ampliamente estos fenómenos y descubrieron combinaciones particulares de tonalidades y frecuencias que producían efectos específicos en el ser humano. De las miles de combinaciones de frecuencias posibles que podrían reproducirse, Monroe y su equipo seleccionaron cincuenta y tres que tenían efectos muy positivos en el cerebro.
Miles de participantes han asistido a los seminarios del Instituto Monroe y sus métodos son utilizados por más de 2 millones de personas en el mundo, especialmente en hospitales, universidades, el Departamento de Estado de EE. UU., el mundo de los negocios... etc.
Estos conocimientos se han popularizado ampliamente hoy en día, y numerosos videos de sonidos binaurales están disponibles gratuitamente en línea para remediar todo tipo de dificultades u optimizar aprendizajes, el sueño, la recuperación... etc.